Jennifer Lopez también es humana. Aunque ahora se encuentra en un buen momento en su relación con Marc Anthony, la cantante y actriz confiesa que se siente como un "animal moribundo" cuando sus relaciones sentimentales llegan a su fin y es algo muy difícil para ella.
Jennifer es una mujer doblemente divorciada y, a pesar de su éxito en su vida profesional, ha sufrido varias rupturas que le ha costado mucho superar, entre ellas la que tuvo con el actor Ben Affleck. Ahora admite que se ha sentido con el corazón destrozado muchas veces, pero aún así no ha podido evitar acercarse a hombres con los que sabía que no acabaría bien.
"Siempre cometo el mismo error. Me lanzo muy apasionada en una nueva relación porque creo en el amor, y lo sigo haciendo, a pesar de todos los disgustos, dolor y depresión", explicaba la cantante. Los momentos de ruptura fueron muy duros para ella: "Hubo momentos en los que quería no tener corazón, porque dolía demasiado. Deseaba poder arrastrarme como un animal moribundo".
Pero ahora la suerte le sonríe y está felizmente casada con el cantante Marc Anthony, con el que tiene dos hijos gemelos, Max y Emme. La cantante ha aprendido en este tiempo que se puede conseguir la felicidad, por lo que no hay que "salir corriendo resignado después de cada conflicto".
Según Jennifer, "no existe una pareja hecha el uno para el otro, los dos son simplemente muy diferentes". Así, López está convencida de que para amar, hay que aceptar los errores de la pareja de cada uno, ya que "no existe el hombre ideal".
Mientras tanto, la actriz está muy concentrada en sus futuros proyectos. De momento, se espera que aparezca como juez en un nuevo programa de 'American Idol' después de un acuerdo de su manager, Benny Medina, con la productora americana. Al parecer, la cantante podría sustituir a Paula Abdul.
Fuente: Europa Press
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