Sí amigos, sé de buena tinta que muchos de vosotros esperábais de nuevo este regreso de Pamela a las portada de Playboy. Por fin vuestros deseos se han convertido en realidad con esta decimotercera portada de la actrix en la publicación de las conejitas liberales. Eso sí, la veremos algo más tapada que de costumbre y con algún que otro año de más, porque como bien sabéis la edad pasa para casi todo el mundo.
Este regreso no es un regreso cualquiera. Estoy convencido de que para muchos fans de la neumática actriz supone una doble alegría. Recordemos que el pasado mes de septiembre Pamela hizo unas declaraciones que dieron la vuelta al mundo, afirmando que dejaría de mostrarse públicamente sin ropa. El impacto de estas palabras se notó hasta en Wall Street.
Mis hijos son objeto de burla porque he posado desnuda. […] Cuando posas no piensas que tendrás niños y lo verán.
Muchos fans tiraron la toalla después de estas declaraciones pero hubo un pequeño reducto que no perdió la esperanza. Siendo unos grandes conocedores del funcionamiento de la mente de Pamela sabían que tarde o temprano la cabra tiraría al monte. Efectivamente no se equivocaron.
¿Que se rien los compañeros de escuela de los hijos?. Eso es lo que habitualmente se denomina como daño colateral. La naturaleza es como es y no entiende de risas o chascarrillos hechos por unos escolares que muy probablemente en sus momentos de autoconocimiento, recurran a las portadas de Pamela. Todos sabemos que a la chica siempre le ha molestado mucho llevar ropa, más todavía desde que interiorizó sus implantes mamarios. Eso no es algo que se elija, es algo puramente genético que se lleva o no se lleva dentro, ella lo lleva y necesita exteriorizarlo. Sus hijos tarde o temprano, lo deberán comprender.
De todas maneras esta nueva portada trae consigo un añadido que demuestra el grado de madurez personal al que está llegando Pamela. Aparte de sus fotos con poca ropa, donde realmente se desnuda como nunca lo ha hecho es en el poema que se publica junto al reportaje, escrito de su puño y letra. Os dejo una pequeña muestra. Preparad los pañuelos porque las lágrimas os van a brotar a espuertas.
Lo mejor no es suficiente… Ahora nuestros ojos son de largo alcance. Por favor, mostremos lo bueno en nosotros… Lo brillante… Lo maravilloso… Es desbordante….
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